Bogotá, Colombia Con mucha ilusión y entusiasmo finalmente llegó el día, 3 de febrero de 2017. Mi marido (Roberto) y yo nos dirigíamos al aeropuerto para abordar el vuelo de Avianca que nos llevaría por primera vez a Colombia. Planeamos pasar 4 noches en Bogotá, 2 noches en Medellín y 2 noches en Guatapé. Este viaje es un capítulo especial para ambos, ya que Roberto salió de Colombia con su familia a los dos meses de nacido y nunca regresó. Su familia se estableció en Puerto Rico por muchos años para luego mudarse al sur de la Florida donde lo conocí en la universidad. Mi plan para este viaje fue el recorrer la ciudad de Bogotá en 4 días, enfocando nuestra visita en la buena comida, la rumba por lo que los colombianos son mundialmente conocidos y visitar los lugares emblemáticos de la ciudad. Definitivamente una ciudad de esta magnitud merece más tiempo para lograr absorber su cultura y belleza, pero este viaje fue uno de reconocimiento, exploración para luego repetir en un futuro cercano. A continuación les presento a Bogotá y el itinerario que nosotros improvisamos a nuestra llegada a la ciudad. Por supuesto, teníamos una idea de lo que queríamos hacer. Este artículo se pudo haber titulado viajando con UBER por Bogotá, pero lo titulé Con Mucho Gusto por la expresión que más escuché durante este viaje. Para los colombianos es muy normal contestar "con mucho gusto" al darles las gracias por sus atenciones y me pareció muy dulce y extremadamente servicial. Bogotá es la 3era capital más alta de América y a 2,625 metros (8,612 pies aprox.) sobre el nivel del mar nos dejó literalmente sin aire al llegar. Toma un rato acoplarse al poco oxígeno para los que vivimos al nivel del mar. Bogotá suele ser un poco fría, pero nada que no se pudiera resolver con un abrigo y unas botas. Es importante reconocer que el mundo mira ahora a Colombia con ojos de aventura, naturaleza, riqueza, arte y cultura y no de guerras, narcotraficantes, guerrillas y violencia. La década de los 80 fue un pasado que todos los colombianos desean olvidar y anelan el no ser reconocidos por este lejano y obscuro pasado. Este viaje lo enfocamos en lo positivo de Colombia y en su bella y amable gente. Aeropuerto -Aeropuerto Internacional El Dorado, maneja más de 25 millones de viajeros al año. Bogotá – Capital de Colombia en Sur América con cerca de 7 millones de habitantes. Bogotá es una metrópolis impresionante y desde el aeropuerto al hotel quedamos muy impresionado con la magnitud de la ciudad. Moneda - 2,800 pesos colombianos por cada dólar americano Hotel – Movich Chicó 97 – a 30 - 45 minutos del aeropuerto dependiendo de tráfico, este hotel boutique de habitaciones cómodas y elegantes nos encantó. Nuestro hotel estaba privilegiadamente localizado a 7 calles del Parque de la 93. Su ubicación es excelente en una zona de Bogotá muy fácil de caminar y moverse en taxis o Uber. Todos los días sirven un desayuno buffet completo que incluye café colombiano, frutas tropicales junto con el menú a la carta, absolutamente delicioso. El personal en el hotel es extremadamente amable y servicial, siempre pendientes a nuestras necesidades como turistas. Movich Chicó tiene una excelente señal de WIFI en las habitaciones. Lo único negativo en este hotel es que no ofrecían cambio de ninguna clase de moneda. ...y comenzó la rumba!!!!! Viernes, 3 de febrero de 2017 - Nuestra primera noche comenzó con el mismo impulso con que terminó. Llegamos a nuestro hotel alrededor de las 10:00 p.m. y luego de acomodarnos en nuestras habitaciones y encontrarnos con nuestros compañeros de viaje, nos fuimos de rumba. Desde el hotel caminamos hacia el Parque de la 93, esta zona está rodeada por numerosos restaurantes, clubes y negocios. Un área de mucho ambiente. Nuestra primera parada fue en el Bogotá Beer Company o BBC. La variedad y calidad de las cervezas es impresionante. Ofrecen un menú de comida que no tuvimos la oportunidad de probar pero fue muy bien recomendado. La segunda parada de la noche fue en El Salto del Ángel, un club que ofrece comida y música. Este viernes no tenían bandas en vivo por lo que el chico de la entrada nos permitió entrar sin pagar los $10.00 aprox. de entrada. La música del DJ estuvo buenísima y bailamos y bebimos hasta que el cansancio nos alcanzó. Sábado, 4 de febrero de 2017 - Luego de un exquisito desayuno en nuestro hotel tomamos un taxi hasta el Museo del Oro. El taxi nos cobró aprox. $10.00 y fue tan amable que hasta nos dibujó un mapa del área con todos los atractivos turísticos. La entrada al Museo del Oro es irrisoria, solo 4,000 pesos colombianos o $1.43 por persona. Aunque los domingos la entrada es gratis, decidimos evitar la multitud de gente y por menos de $2.00 p/p valió la pena. El Museo de Oro contiene una exposición absolutamente alucinante de piezas en oro. Aquí pudimos apreciar y admirar el arduo y complicado trabajo de las piezas de oro que usaban para decorar sus cuerpos, casas y templos. Tan sorprendente como lo es la exposición de oro me impresionó inmensamente la seguridad y las bóvedas en cada área. Este museo se recoge fácilmente en dos horas aproximadamente. Al lado del Museo del Oro hay un mercado de artesanías llamado Galería Artesanal de Colombia. La entrada es pequeña pero una vez dentro del mercado la variedad de locales es enorme. Es una buena parada para comenzar a comparar los precios de las artesanías. Desde el Museo del Oro caminamos hasta el centro de la ciudad donde está La Plaza Bolivar. En sus alrededores está la Catedral, El Palacio de Justicia, la sede del Congreso Nacional, la municipalidad y la Casa del Presidente. La Plaza Bolivar es enorme y está llena de palomas, brindó la perfecta oportunidad para tomar fotos y pasar el rato. Desde la Plaza Bolivar continuamos nuestro recorrido hacia el Barrio de la Candelaria pero primero decidimos almorzar en La Puerta de la Catedral por sus platos típicos y sus cómodas terrazas. El menú es muy variado pero queríamos probar El ajiaco, una sopa de consistencia espesa que contiene papa criolla, papa pastusa, papa sabanera, mazorca, pollo y guascas (hierbas aromáticas). Se sirve en cazuelas de barro y es absolutamente delicioso. Luego de nuestro exquisito almuerzo paseamos por el Barrio de la Candelaria, un área bohemia y la zona más antigua de Bogotá. Me explican que El Barrio de la Candelaria ha sido siempre el centro cultural de la capital por sus numerosos grupos de teatro y música en sus locales. Es el lugar perfecto para perderse entre sus pequeñas y coloridas calles. Uno de los mejores café que tomamos en Bogotá lo disfrutamos en La Bruja Restaurant & Bar, no solamente el café nos hechizó, la decoración del local nos cautivó. Un restaurante temático para los que no conocen la verdadera historia detrás de este negocio en el que en un pasado la bruja realizaba aquelarres (reunión de brujas y brujos para la práctica de las artes mágicas) en el sótano que construyó para su privacidad. Desde el Rest. La Bruja caminamos brevemente hasta el Museo Botero. Una hermosa casa antigua de 2 pisos donde el artista colombiano Fernando Botero donó en el año 2000 sus obras y colección personal de grandes artistas internacionales para promover las artes en Colombia. La entrada es gratis y se recorre fácilmente en dos hora. El Museo Botero es una visita ineludible, una colección simplemente cautivadora. Nos despedimos del Barrio de la Candelaria, se acerca la noche y nos dirigimos al hotel. Desde el Barrio de la Candelaria tomamos un Uber por $5.00 hacia el hotel. Definitivamente el moverse en Uber en Bogotá es muy fácil y mucho más económico que viajar en taxi. Pero para esta noche Uber no era una opción por la distancia y el horario que planeamos. Para esta noche contratamos los servicios de Freddy Sánchez, este amable caballero nos proveyó el traslado pre-pagado de $25.00 desde el aeropuerto al hotel a nuestra llegada el viernes. En su tiempo libre ofrece excursiones y con él cuadramos la rumba de esta noche. Domingo, 5 de febrero de 2017 - Desayuno y rumbo al mercado de pulgas o mejor conocido como Mercado de Usaquén. Desde el hotel, el servicio de Uber cobró aproximadamente $5.00 por el traslado. Aquí pasamos la mañana paseando por sus callejones llenos de artesanías y disfrutando de espectáculos musicales callejeros. Me impresionó la gran variedad de artesanías colombianas a excelente precios y la calidad excepcional de sus artículos. Recomiendo los accesorios de Laura Luciana G de TDAT con su bufandas multi uso para la cabeza en multiples colores. Me llevé una chalina tejida en colores pasteles por Eduardo Telares. Compré productos de Caléndula (aceite, crema para los labios y jabones) en Phytocostméticos. Tantas compras dan sed y prové una fruta que en Puerto Rico no la tenemos, la Lula. Me tomé una lulada y me encantó. Tiene un sabor parecido al Kiwi pero más concentrado. Lo mejor fue el precio 3,000 pesos o $1.07 por vaso. Desde el Mercado de Usaquén fuimos a explorar al Centro Comercial El Retiro, buscando donde almorzar encontramos la pequeña version de Andrés Carne de Res en el "food court". Una total sorpresa y una nueva oportunidad de probar algo diferente de su menú sin tener que viajar 1 hora hasta Chia. Una vez más, absolutamente delicioso. Luego de recuperar fuerza nos dirigimos en Uber rumbo al Cerro Monserrate para observar la vista panorámica de la ciudad de Bogotá. Para subir a Monserrate la entrada es 11,00.00 pesos colombianos ó $3.93 p/p. Puedes subir en teleférico (cabina suspendida en cables) y bajar en funicular (cabina sobre el piso). En la cima encuentras una iglesia, restaurantes, un mercado artesanal y el mirador con una de las mejores vistas a la ciudad. Esta es otra visita obligada en Bogotá. Desde el Cerro de Monserrate tomamos un taxi hasta el Centro Comercial Atlantis en búsqueda de Hard Rock Café para comprar el "pin"o alfiler de la guitarrita que mi hijo lleva coleccionando por años. Aprovechamos y tengo que decir que me he tomado uno de los mejores mojitos en Hard Rock Bogotá, fue sorprendente, pero estuvo delicioso. En el Centro Comercial Atlantis cenamos en El Corral Gourmet Atlantis. La especialida son los "hamburguers", pero yo siempre encuentro en el menú una alternativa vegetariana y cenamos de maravilla. Después de varias cervezas y la barriga llena, todos los caminos nos llevaron derechito al hotel . Lunes, 6 de febrero de 2017 - Desayuno y Uber rumbo al Siete de agosto. Esta zona es famosa por sus fábricas y tiendas en cuero y es para ser visitada con mucho cuidado y sin pretensiones. Importante, no irse a explorar y mantenerse en la ave. principal. Primero visitamos la Plaza del 7 de agosto, no pudimos evitar entrar y admirar la gran cantidad y variedad de frutas y vegetales en este mercado. Tomamos nuestras fotos y un rico jugo natural y hacia la calle con las tiendas de cuero justo al lado de la plaza en búsqueda de botas y chaquetas al mejor precio posible. La gama de artículos en cuero es superabundante y con unas terminaciones impecables. Si visitan con tiempo, en dos días les pueden tener una chaqueta en cuero hecha a la medida por menos de $100.00. Por lo general en la misma tienda o en locales cerca a las tiendas se encuentran los talleres de costura y diseño de marroquinería. Encontré lo que buscaba al mejor precio en Leon Cueros, me entallaron mi chaqueta en 20 minutos. Su gerente Marcos León, su ayudante Andrés Rodríguez y la operaria Miriam nos brindaron un servicio excepcional. En Mayde Hernández encontré el bolso negro en cuero que tanto buscaba y de Pilar González me llevé un par de botas. Antes de salir de P.R. sabíamos que la variedad, calidad y buen precios de los artículos en cuero eran insuperables por lo que nuestras maletas viajaron a la mitad de su capacidad con la idea de llevarnos unos buenos recuerdos hechos en Colombia. Con nuestras compras en mano llamamos al servicio de Uber para dirigirnos hacia La Zona Rosa o también conocida como Zona T. En esta área se encuentran los mejores restaurantes y clubes de Bogotá, aquí almorzamos en 14 Inkas. Con una decoración moderna y fresca, un servicio impecable y una presentación perfecta, todos quedamos muy contentos con nuestros almuerzos. Me disfruté grandemente varios piscos de maracuya o parcha y listos para continuar nuestro día por La Zona Rosa. Luego de pasear por varias horas por La Zona Rosa decidimos dirigirnos hacia nuestro hotel para descansar un rato antes de salir a cenar. Es lunes y no hay rumba, pero es nuestra última noche en Bogotá y decidimos ir a cenar a Gaira. A dos bloque de nuestro hotel Gaira es el restaurant y centro nocturno de Carlos Vives. Los lunes, martes, miércoles y jueves se puede cenar y no hay que pagar la entrada. Los viernes y sábados es rumba, no hay cena, solo picadera, bebida y música en vivo. Los viernes y sábados la entrada es 30,000 pesos o $11.00 p/p, esto no te garantiza una mesa si no llamaste a separar con tiempo. Al ser nuestra última noche en Bogotá queríamos ver el interior de Gaira y probar su cocina. Una vez más, un menú variado en platos y precios. Cenamos fenomenalmente y en adición tuvimos la oportunidad de conocer al Capitán de los Gaireos, Fabian Ruedas un joven encantador que conversó con nosotros un rato y nos cautivó con la historia del local y Carlos Vives. Este negocio fue durante la niñez de Carlos Vives la casa de la abuela y madre de Carlos Vives; dos casas que fueron unidas y en las que ahora crearon este gran espacio de rumba colombiana. Ya entrada la media noche nos dirigimos hacia nuestro hotel donde nos despedimos de nuestras amistades hasta la próxima aventura. Gracias Mayda y José por acompañarnos a conocer mundo. Bogotá superó nuestras expectativas. Quedamos cautivados con la amabilidad de su gente, encantados con todas la comidas y fascinados al ver como rinde el dólar. Bogotá es una ciudad por la que todo el mundo debe pasar por lo menos una vez en su vida. Una ciudad progresiva, moderna, multicultural y el punto de entrada a un país mágico. Mañana martes nuestro viaje continúa hacia Medellín y esa historia se la cuento en otro blog.
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Autor - Rosa FielSobre 15 años de experiencia como consultora de viajes. En estas páginas comparto mis fotos, aventuras y consejos para ayudarte hacer tu viaje uno memorable. |